Podíamos haber elegido entre muchos, pero hemos escogido esta ilustración de un cocodrilo y un colmillo de elefante, colgando del techo de una de las entradas de su catedral gótica.
Entre 1669, cuando se estrenó en Roma L'Empio Punito, con libreto de Filippo Acciaiuoli y música de Alessandro Melani, hasta 2006, con el estreno en Lisboa de Il Dissoluto Assolto, escrita por José Saramago, con música de Azio Corghi, se han compuesto más de cien óperas ambientadas en esta ciudad milenaria, que siempre está de moda, al menos en este género.
Mozart, Beethoven, Rossini, Donizetti, Verdi o Bizet han puesto banda sonora a esta urbe, escenario imaginado, fabulado, intemporal y exótico. Para sorpresa de nuestro viajero, tiene que ser Anne Burston, una norteamericana aficionada a la ópera, quien descubra al viajero esta curiosa información.
No es muy antiguo. Solo de mediados del S.XIX, pero a los turistas que visitan esta ciudad cercana a los Alpes les encanta fotografiarse en este puente sobre un afluente del Rin. Aquí desarrolló Einstein su teoría de la Relatividad especial y nos descubrió una nueva forma de ver el tiempo. Aunque la acción del relato discurre en unos meses, la elaboración de Kava Kava ha sido un proceso de años. Esto no le ha restado frescura, le ha dado profundidad.
Desde aquí parte Tomás Mota hacia el lejano Pacífico.
Timor Oriental es el país más joven de Asia, y poco a poco está recuperando el bello idioma portugués, prohibido durante la ocupación indonesia. Cuando Tomás Mota llega al aeropuerto de Dili ya ha transcurrido la mayor parte de la novela, pero no lo más sorprendente.
No sabemos cuál será la última escala porque sus aventuras continúan cuando termina el relato.
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